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Los 3 mejores castros para conocer la historia de Galicia

El aprendizaje, el de verdad, el que guardamos en la memoria para siempre, tiene mucha relación con lo vivencial, con las experiencias que relacionamos a esos conocimientos. Por esta razón los viajes familiares a lugares históricos cobran una importancia vital cuando se realizan en el momento (edad) adecuada. Estudiar en el colegio cómo vivían nuestros antepasados y hacer una visita a un pueblo, un castillo, un asentamiento… que lo refleje encenderá la llama de la curiosidad y la pasión de toda la familia por la historia. Ellos, los pequeños, porque reconocerán lo que han estudiado, nosotros por ver su interés en reconocer y aprender más aún.

Una de estas visitas históricas, fáciles y económicas para realizar en familia, que nos traslada a lo más remoto de nuestro pasado, son los castros que pueblan la gegografía del noroeste de la península. Estos antiguos poblados de época prehistórica guardan entre sus muros los vestigios de una sociedad fascinante precursora de la identidad de la cultura gallega.

Los castros gallegos son un patrimonio histórico y paisajístico de alto valor que definen el paisaje de esta comunidad. Un emblema que merece organizar un viaje o escapada para visitarlos. Galicia está plagada de Castros (podéis ver toda la lista aquí) y aunque hacer una selección siempre es difícil, hemos escogido entre todos los cinco mejores para visitar en familia.


Castro de Santa Trega

Dicen que aquí se encuentra la mejor panorámica castreña entre dos países, y no les falta razón. Santa Trega se encuentra en la desembocadura del río Miño, cerca del pueblo A guarda (Pontevedra) en la frontera con Portugal. Este asentamiento nos invita a viajar en el tiempo y pensar en los espectaculares atardeceres que los 5000 habitantes del castro disfrutaban allá por el siglo IV a.C. Estas construcciones ovaladas se dividen en unidades familiares donde se desarrollaba el día a día de la población. Una sociedad dedicada a la fabricación de cerámicas, joyas tejidos e instrumentos que se pueden ver en el museo arqueológico de A guarda. El castro de Trega se encuentra a 341 metros de altura, en un lugar estratégico que permitía controlar el tráfico marítimo y terrestre y defenderse en caso de necesidad.

El asentamiento se puede visitar de forma gratuita. También lo son las visitas guiadas, que no precisan reserva, solo hay que presentarse en el punto de encuentro a la hora de inicio.

Idea: podéis invitar a los niños a buscar durante la visita los petroglifos que se encuentran tanto dentro como fuera del asentamiento, e invitarlos a que se pregunten ¿Qué significan? ¿Por qué están ahí? ¿Cómo los hacían?…


Castro de Baroña

En la ría de Muros y Noia, con vistas al océano Atlántico y perteneciente al concello de Porto do son (A Coruña), se encuentra el castro mejor conservado de la cultura castrense gallega. Este asentamiento de la Edad de Hierro está situado en una península rocosa unido por un istmo de arena que lo convierte en un lugar de alto valor estratégico.

Este sitio histórico está declarado como bien de interés cultural. Consta de dos murallas que rodean todo el conjunto, una sola entrada al recinto y unas 20 viviendas familiares de forma ovalada. En el exterior de la muralla se encuentra un foso defensivo de 4 metros de ancho y 3 de fondo.

La visita se puede hacer de forma libre, gratuita y sin reserva. Solo hay que ir allí y visitarlo. Eso sí, siempre instamos a guardar el máximo respeto y cuidado, no solo por encontrarnos en un entorno natural sino, además, en un espacio histórico único.


Castro de Viladonga

En el interior de la provincia de Lugo encontramos otro de los castros gallegos de visita obligatoria. En el municipio de Castro del Rey se encuentra el castro galaico-romano de Viladonga, situado a 535 metros sobre el nivel del mar en una imponente colina amurallada.

Este castro es históricamente más reciente que los dos anteriores y presenta un mayor número de viviendas cuadradas. En el recinto principal las viviendas se encuentran formando «barrios» articuladas en torno a calles centrales. Se trata de un asentamiento que estuvo habitado de forma prolongada y ofrece a los arqueólogos valiosa información sobre la historia de sus habitantes.

Uno de los grandes atractivos de este castro para visitar en familia es su museo, que cuenta con excelentes explicaciones y actividades para entender la historia del lugar. Su web, además, nos ofrece la posibilidad de realizar una visita virtual. La visita tanto al museo como al asentamiento es gratuita.


Tres destinos en medio de la naturaleza que nos invitan a descubrir la historia en un fantástico plan en familia que se pueden complementar con un gran número de actividades y visitas en uno de los territorios más bellos de nuestro país.

KIKIRIKIII 🐔🌳